“Estoy comprometida con los bolivianos. Comprendo que es una representación de un país y así que voy a dar todo lo mejor”, expresó la mujer que ostenta los títulos de Miss Santa Cruz y Miss Bolivia.
Olivia cree que le ayudará una fuerza espiritual para obtener un boleto en el concurso de Donald Trump. “Soy católica. No llevo amuletos. Creo en Dios. Él va a trazar mis metas hasta donde vaya a llegar”, enfatizó, aunque para ello tiene tres ‘armas’: sensualidad, baile e idioma (habla portugués).
Este fin de semana la cruceña, de 1,75 metros y con un peso de 55 kilos, alistará tres maletas y una caja donde irá el traje típico. “No quiero llevar más”, dice. Y promete no olvidarse sus cinco trajes de baño.
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