Las chalas del choclo, las gaviotas del mar, las diferentes danzas de nuestro folklore, elementos históricos y simbólicos de nuestro patrimonio cultural e histórico, fueron motivos de inspiración de creativos trajes, en tanto que otros fueron clara muestra de ideas precedentes en esa u otras competencias.
Esta parte del certamen se caracteriza por presentar trabajos de carácter alegórico que pretenden mostrar lo más representativo de cada región de un modo impactante y muy vistoso, que además destaque la belleza de las candidatas. En una fórmula que encierra el traje, la música y la coreografía, las beldades de cada región crean una puesta en escena que sea inolvidable para los espectadores y principalmente para los miembros del jurado calificador.
Sin duda, esta competencia es una de las más esperadas e interesantes del concurso nacional de la belleza boliviana, que permite a los diseñadores mostrar a través de sus trabajos la vasta y diversa riqueza de las diferentes regiones del país.
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