A sus 25 años le tocó luchar contra el hipertiroidismo, con el precedente de que poco tiempo atrás, su compañera de cuarto en el Miss Universo, Karol Castillo, murió en Australia de un paro cardiaco provocado por la tiroides. Por ello, desde hace cuatro meses mantiene un riguroso tratamiento; pero lo afronta muy positivamente porque su nuevo trabajo como dueña de una ferretería y sus quehaceres de madre y esposa la mantienen ocupada.
¿Cuál es el estado de tu enfermedad?
Me la detectaron a tiempo, pero mi tratamiento es largo. Tomo dos pastillas cada 12 horas.
¿Cómo ha cambiado tu vida?
Cuando me enteré de que mi compañera de cuarto en el Miss Universo, Karol Castillo Pinillos, murió en Australia de un paro cardiaco, según algunos reportajes, a causa de la tiroides fui al médico porque mi familia y la de mi esposo (Diego Sauto) me dijeron que tenía que revisarme porque comía y no engordaba, además andaba temblorosa y acelerada del corazón. Llegué a tener taquicardia y fui al cardiólogo porque me sentía muy mal.
¿Actualmente cómo estás?
Más tranquila porque sé que es una enfermedad que se puede controlar. He recibido el apoyo de toda mi familia. Mi marido y mi mamá siempre me preguntan: “¿Ya tomaste tus tabletas?” y por si las olvidamos pongo la alarma en mi celular.
Fuiste una de las misses que luchó por la corona cruceña y boliviana; ¿cuáles fueron los sacrificios que hiciste para ser parte de estos concursos de belleza?
Bajar de peso porque era macanuda. Pesaba como 68 y bajé a 55 kilos a punta de ‘cerrar el pico’ y de gimnasio.
Entre el Miss Santa Cruz y el Miss Bolivia, ¿cuál fue el más difícil?
El Miss Santa Cruz, porque no era conocida y cambié los tenis por los tacos, además venía de provincia y todo era nuevo para mí.
¿Qué equipo estuvo detrás de Katherine para estos certámenes?
Mi mentor fue Robin Peredo. El me dio toda la base en el Miss Santa Cruz, pese a que cuando me vio por primera vez me miro de pies a cabeza y me dijo: “¿Vos querés ganar el Miss Santa Cruz?”. Yo lo miré y le dije que sí y que iba a ganar el concurso. Y desde luego, mi familia también me apoyó siempre.
¿Actualmente sos parte de Promociones Gloria?
No porque terminó mi reinado y tuvimos una ‘peleíta’ con la señora Gloria, aunque no hemos quedado como enemigas. A ella le tengo mucha gratitud porque me abrió las puertas en el momento en el que yo iba a brillar.
¿Qué tal la vida de casada?
Difícil porque uno tiene que acoplarse a las costumbres de la pareja. Al principio cuesta encajar, pero con tolerancia y respeto todo se logra.
Hace un año que tenés una ferretería ¿cómo te va con ese emprendimiento poco común para una mujer?
Estoy entregando material de construcción mes a mes y estoy haciendo cotizaciones. La gente me mira y me pregunta si yo fui miss, o a veces cuando llamo por teléfono a los clientes ellos me identifican como la modelo y yo estoy escuchando y me río porque cambié los reinados por mi negocio propio, entre mallas de gallinero y clavos
Mi tratamiento es largo. Tomo dos pastillas cada 12 horas
Cambié los reinados por mi negocio propio, entre mallas de gallinero y clavos
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