¿No hay pasarela sin escalera? Nadie dijo que esto fuera fácil. Cerca de la una de la madrugada se desveló el misterio, que no por sospechado dejaba de ser secreto. Camacho portaba diez centímetros más que sus competidoras y un porte experimentado en la pasarela. Morena de ojos profundos y sonrisa espléndida, la propia Alejandra Castillo señorita Tarija 2013 que luego se ganó el Miss Bolivia Mundo y culminó una espectacular participación en el certamen internacional aplaudía sus movimientos.
¿Las barras hacen sonreír? Ya es común que un nutrido grupo de incondicionales acompañen a las modelos. Las barras hacen sonreír y cada año se superan en su tarea. Gorros, pompones, carteles, cánticos diseñados para la ocasión. Dar seguridad en el escenario es importante. Hacer sonreír todavía más.
¿Esto es un deporte de equipo? Dos semanas de confraternización y compañerismo no se olvidan en unas horas sobre el escenario, pero si se hace un impase. En el backstage se cortaba la tensión con cuchillo. Las sonrisas lucen, los cálculos también. No hay candidata que no quiera ganar. Al minuto de acabar el certamen las cosas se recomponen. 12 niñas de menos de 20 años vivieron quince días de ensueño y de reafirmación en sí mismas.
¿Vamos por el buen camino? Despojados de los prejuicios y complejos que acompañan este tipo de concursos, un papel reivindicativo empieza a asentarse en el Miss Tarija. Aportar y apostar, con lo que se tiene, por un ideal, por el crecimiento de Tarija en el que todos y todas son necesarios y necesarias. La agencia Nox, organizadora del evento, va puliendo el perfil, va por el buen camino. Pena de preguntas. Seguir trabajando. Seguir creciendo.
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