Ser soltera. Tener entre 18 y 25 años. No estar embarazada ni tener hijos. Estos son algunos de los requisitos que deben cumplir las postulantes a Reina Nacional del Mar, concurso que se organiza desde 1910 en Mar del Plata, uno de los lugares de veraneo más populares de Argentina. Los requisitos se repiten en la mayoría de competiciones similares. Estos concursos, que han resistido más de un siglo, por primera vez son seriamente cuestionados como parte del debate abierto sobre la raíces de la violencia machista en el vecino país, donde una mujer es asesinada en un promedio de cada 30 horas.
Algunos de estos certámenes han sido eliminados, mientras que otros, como el de Mar del Plata, se han modificado. Las doce finalistas que desfilarán el próximo jueves romperán la tradición de posar en traje de baño ante la presión ejercida por el colectivo feminista Ni Una Menos de Mar del Plata y por varias organizaciones sociales. La semana pasada, se canceló en la misma ciudad el concurso Miss Cola Reef, que premiaba desde 1993 a la candidata con el mejor trasero.
El mensaje ha recibido aplausos y críticas en las redes sociales. La actual reina nacional del mar, Natalia Comuzzi, considera que la erradicación del concurso no garantiza "que la violencia de género va a terminar", por lo que insta a educar a los hijos "desde el ejemplo y no desde un discurso vacío" y reclama al colectivo que deje de "coartar la libertad".
Son ya varias las ciudades argentinas que han prohibido en el último año sus concursos de belleza, entre ellas Chivilcoy (provincia de Buenos Aires), Gualeguaychú (Entre Ríos) y Viedma (Río Negro). Algunas se plantean suspender la próxima edición y otras las defienden a capa y espada.
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