Carismática, decidida y con un profundo amor por sus raíces, Estefany Rivero vuelve a representar a Bolivia en el exterior, esta vez como reina del carnaval de Naples, en Florida (EE.UU.).
La arquitecta y modelo beniana, reconocida por su compromiso social, comparte cómo vive esta experiencia que combina orgullo nacional, cultura y conexión con la comunidad boliviana en el extranjero.
Ella cuenta de sus aprendizajes en el mundo de los certámenes, su pasión por la moda, su visión a futuro y sus proyectos solidarios.
¿Cómo llegaste a ser elegida reina del carnaval de Naples, Estados Unidos?
El año pasado estuve por primera vez en Naples y allí conocí a los coronadores. Ellos querían nuevamente llevar una reina boliviana. Meses después me contactaron y, con mucha emoción, acepté la invitación.
¿Qué diferencias notaste entre representar a Bolivia y representar una celebración internacional?
Representar a Bolivia es ser una embajadora de tu país ante el mundo. Es un orgullo nacional, una gran responsabilidad, un compromiso y una fuente de inspiración. Representar una celebración internacional también implica responsabilidad y compromiso, pero se basa más en la diversión y en hacer que el público disfrute de una gran fiesta.
¿Qué es lo que más estás disfrutando de esta experiencia?
Poder compartir con la comunidad boliviana, vivir la fiesta grande junto a ellos, sabiendo que están lejos de su tierra y aun así la celebran con tanto entusiasmo.
¿Cómo vivís la conexión cultural entre Bolivia y la comunidad latina en Estados Unidos?
Vivir esa experiencia me llena de orgullo, nostalgia y sentido de unidad. Los bolivianos llevamos nuestras raíces con fuerza y mostramos nuestra cultura a través de la comida, la música, la danza y la preservación de tradiciones, como esta gran fiesta del carnaval.
¿Cuándo es el corso y qué vas a lucir?
El corso es el 26 de abril y estaré luciendo un traje de Rodolfo Pinto, inspirado en una tradición oriental.
¿Cuál fue el mayor aprendizaje que te dejó el mundo de los certámenes?
El poder del crecimiento personal, más allá de una corona o un título. Te da confianza en vos misma, disciplina y esfuerzo. Aprendés a levantarte, a no rendirte, a tener empatía y, sobre todo, a convertirte en portavoz de personas, animales o causas que no tienen voz.
¿Cambiarías algo de tu experiencia como reina de belleza?
No cambiaría nada, porque aprendí muchísimo. Todo lo vivido me hizo más fuerte y me permitió lograr todo lo que un día soñé.
¿Te ha tocado enfrentarte a estereotipos dentro de la industria del modelaje?
Claro que sí, y a muchos. Pero mi mente y mi corazón siguen enfocados en que esto algún día va a cambiar para bien. Nuestros sueños se pueden cumplir sin necesidad de ser obligadas a hacer cosas que no queremos.
¿Hay alguna diseñadora o marca con la que soñás trabajar?
En Bolivia ya trabajé con los diseñadores con los que soñaba. A nivel internacional, me encantaría trabajar con marcas reconocidas como Dior, Chanel o Prada.
¿En Estados Unidos ya tenés trabajo como modelo?
Estoy en ese proceso.
¿Dónde te ves en cinco años?
Me veo como una modelo reconocida a nivel global. Puede que sea difícil por mi edad, pero las esperanzas no se pierden.
¿Pensás seguir en el mundo de la moda o te gustaría incursionar en otros ámbitos, como la actuación o los negocios?
Amo el mundo de la moda y seguiré en él mientras la vida me lo permita. Pero desde pequeña también me ha interesado el mundo de los negocios. Ahora, con mi experiencia artística, ese interés crece cada vez más.