Haber participado en la competencia de Miss Universo y bailar en los carnavales de Oruro son las experiencias que adornarán por siempre la vida de la boliviana Dominique Noemí Peltier. Esta cochabambina que viajó a las Bahamas para representar a Bolivia, desarrollar su entusiasmo y demostrar ser una de las mujeres más bellas del mundo.
El jurado calificador y el resultado de votos, hasta la final del 23 de agosto, tomaron muy bien en cuenta su presentación con el traje típico de Suri Sicuri, su elegancia con el traje de baño, el manejo de su traje formal de color azul, sus respuestas inteligentes, y su relación amistosa con la mayor parte de las 83 representantes en el concurso asimismo con la prensa internacional.
Dominique Noemí Peltier, con su estatura de 1,82 centímetros, causó gran admiración el 11 de agosto cuando se presentó con el traje de Suri Sicuri en la parte competitiva de trajes típicos. Ella posteriormente, luciendo su larga cabellera oscura, indicó que eligió esta vestimenta para mostrar algo más de la riqueza que posee el altiplano boliviano. Su atuendo típico, adornado por llamativas plantas que simulaban plumas con los colores de la bandera boliviana (rojo, amarillo y verde), con aretes trabajados en metal, y su vestido multicolor, requirieron un embalaje especial luego de casi cinco meses de confección dirigida por la diseñadora de modas, Mónica Siles Toro, radicada en Oruro.
No es que le guste solamente el color celeste de los equipos Bolivar, Aurora, o Blooming, a Dominique le agradan todos los equipos bolivianos de fútbol. A la pregunta porqué utilizó su traje de gala con color azul en la sesión preliminar del 16 de agosto; Peltier contestó que deseaba hacer juego con el cielo caribeño de las Bahamas, y con el escenario también de color azul construido en el Salón Imperial del Atlantis, en la Isla Paraíso.
Ella esa noche, con el fondo de la escenografía que mostraba en grandes letras el nombre de Bolivia, causó aplausos de la concurrencia al ondear su azulado vestido y hacer unos giros sincronizados, tal es que hasta ya surgieron compradores para su traje.
Hija de padre francés y madre boliviana, a un año de graduarse de la Universidad Central en la carrera de Fisioterapia, Dominique ya tiene planes de trabajar en favor de los niños diabéticos. Su dominio del idioma de su padre le ha permitido hacer buena amistad con las representantes de Francia, Canadá (compañera de habitación), Bélgica y de otras nacionalidades. En la entrevista del 19 de agosto, además de apoyar al Carnaval de Oruro, anunció a este medio de comunicación que decidió bailar con el conjunto Thinkus para el próximo año.
Agregó que, aunque no ha visto varios bolivianos en las Bahamas, se siente apoyada por sus compatriotas que están siguiendo de cerca este evento a través del Internet, y le alegró saber que hay un personaje vestido de diablo bailando por las calles de Nassau y en la Isla Paraíso defendiendo la diablada boliviana y el Carnaval de Oruro.
Las aguas azul turquesa de Bahamas han sentido la presencia de la boliviana Peltier que en otros tiempos de su vida practicó la natación y el voleibol. Ese trajín en los deportes le ha permitido a Dominique enfrentar las agotadoras jornadas que se han estado desarrollando en varias islas de las 700 que tiene este país.
El jurado calificador y el resultado de votos, hasta la final del 23 de agosto, tomaron muy bien en cuenta su presentación con el traje típico de Suri Sicuri, su elegancia con el traje de baño, el manejo de su traje formal de color azul, sus respuestas inteligentes, y su relación amistosa con la mayor parte de las 83 representantes en el concurso asimismo con la prensa internacional.
Dominique Noemí Peltier, con su estatura de 1,82 centímetros, causó gran admiración el 11 de agosto cuando se presentó con el traje de Suri Sicuri en la parte competitiva de trajes típicos. Ella posteriormente, luciendo su larga cabellera oscura, indicó que eligió esta vestimenta para mostrar algo más de la riqueza que posee el altiplano boliviano. Su atuendo típico, adornado por llamativas plantas que simulaban plumas con los colores de la bandera boliviana (rojo, amarillo y verde), con aretes trabajados en metal, y su vestido multicolor, requirieron un embalaje especial luego de casi cinco meses de confección dirigida por la diseñadora de modas, Mónica Siles Toro, radicada en Oruro.
No es que le guste solamente el color celeste de los equipos Bolivar, Aurora, o Blooming, a Dominique le agradan todos los equipos bolivianos de fútbol. A la pregunta porqué utilizó su traje de gala con color azul en la sesión preliminar del 16 de agosto; Peltier contestó que deseaba hacer juego con el cielo caribeño de las Bahamas, y con el escenario también de color azul construido en el Salón Imperial del Atlantis, en la Isla Paraíso.
Ella esa noche, con el fondo de la escenografía que mostraba en grandes letras el nombre de Bolivia, causó aplausos de la concurrencia al ondear su azulado vestido y hacer unos giros sincronizados, tal es que hasta ya surgieron compradores para su traje.
Hija de padre francés y madre boliviana, a un año de graduarse de la Universidad Central en la carrera de Fisioterapia, Dominique ya tiene planes de trabajar en favor de los niños diabéticos. Su dominio del idioma de su padre le ha permitido hacer buena amistad con las representantes de Francia, Canadá (compañera de habitación), Bélgica y de otras nacionalidades. En la entrevista del 19 de agosto, además de apoyar al Carnaval de Oruro, anunció a este medio de comunicación que decidió bailar con el conjunto Thinkus para el próximo año.
Agregó que, aunque no ha visto varios bolivianos en las Bahamas, se siente apoyada por sus compatriotas que están siguiendo de cerca este evento a través del Internet, y le alegró saber que hay un personaje vestido de diablo bailando por las calles de Nassau y en la Isla Paraíso defendiendo la diablada boliviana y el Carnaval de Oruro.
Las aguas azul turquesa de Bahamas han sentido la presencia de la boliviana Peltier que en otros tiempos de su vida practicó la natación y el voleibol. Ese trajín en los deportes le ha permitido a Dominique enfrentar las agotadoras jornadas que se han estado desarrollando en varias islas de las 700 que tiene este país.
Entre filmaciones, paseos, sesiones fotográficas, presentaciones y ensayos de coreografía, la mayor parte de las veces ha podido dormir entre cuatro o cinco horas.
Luego de que le hayan visto mas de un billón de telespectadores (dato según los organizadores) en la noche final del domingo 23 de agosto, Dominique declaró que estará muy contenta de haber tenido presente a su fallecida madre y de haber puesto todo lo mejor de su parte para hacer quedar bien a Bolivia en el certamen de Miss Universo 2009
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