Belleza boliviana. Desde muy joven Alexia estuvo en el mundo del modelaje, fue Miss Teen Bolivia 2009, Teen Face of the World 2010 en el concurso Miss Global Teen y Reina del Deporte 2011. Ahora es Miss Bolivia 2012.
Lista para el Miss Universo con ganas de conquistar
Un año de reinado
Alexia Viruez sorprende a todos por su belleza y fue su sencillez y personalidad lo que la llevó a conquistar,
-por decisión unánime-, la corona de Miss Universo Bolivia 2012.
Viruez, estudiante de ingeniería comercial logró obtener además otros títulos, como ser: Mejor Sonrisa, Miss Fotogénica y Miss Elegancia.
En un entrevista previa al certamen la actual reina afirmó que ella decidió participar del Miss Bolivia porque además de ser una de sus metas, cree que Dios tiene un propósito en la vida de cada persona y piensa que “a través de la belleza se puede llegar a mucha gente que necesita ayuda, amor o simplemente alegría”.
“Quiero demostrar que la juventud también se interesa por los problemas sociales de nuestro país y quiero ser un aporte al mismo”, confesó.
Para conocer un poco más a nuestra representante nacional hablaremos de su mayor pasatiempo que es escuchar música, más aun si se trata de las baladas de Ricardo Arjona, quien es su cantante favorito al igual que Laura Pausini, otro cosa que ella gusta mucho hacer es ir al cine con su familia, conversar con su madre y pasar momentos de tertulia con sus seres queridos.
En el campo deportivo Alexia confiesa ser amante del tenis y entre sus comidas favoritas está el típico majadito y los mariscos.
Una de las obras literarias que más le gusta es “Él vino a libertar a los nativos”, de Rebecca Brown, quien es su escritora favorita.
La nueva Miss Bolivia 2012 confiesa que está muy ilusionada y espera ansiosa la llegada del certamen internacional y que tiene la convicción de que ella desempeñara un buen papel, para orgullo de los bolivianos.
El secreto.
Según Alexia su secreto de triunfo es la perseverancia, la lucha que imprimió desde el principio, de no dejarse llevar por el desaliento y creer que sus sueños se podían hacer realidad.
Ella, siempre autocrítica, admite que su única contrincante fue ella misma, porque tenía que superarse todos los días y vencer la inseguridad.
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