En el mes de agosto, cuando Ismael Cala entrevistó a Paulina Vega Dieppa, ella se sentía ya ganadora y gozando de su reinado en un nuevo departamento de Nueva York.
Ese sueño, nutrido con aplomo y simpatía, se hizo realidad la noche del 25 de enero cuando la colombiana, de 22 años, se convirtió en la mujer más bella del Universo.
Con medidas 87-60-95, 1,76 centímetros de estatura, así como un cuerpo sano, tonificado y armonioso, Paulina se ganó el favoritismo de la prensa y el aval de los jurados.
Sus elevados puntajes llevaron a los colombianos a recordar la noche de elección y coronación como Señorita Colombia, en la que obtuvo un puntaje excelente en traje de gala: 9.9, casi insuperable, lo cual la dio como segura ganadora.
En Barranquilla, la estudiante de Administración de Empresas en la Universidad Javeriana, trabajó con José Gómez en fogueo periodístico y con Diana Caballero en la parte de estética. En Bogotá, con Javier Murillo y pasarela con María Mónica Urbina. Su vestido de gala y traje típico los diseñó Alfredo Barraza.
Como Señorita Colombia su reto fue poner su granito de arena para construir un mejor país e influenciar a los jóvenes para hacer cambios relevantes.
Se considera una admiradora de la actriz Angelina Jolie, porque piensa que es hermosa y ayuda a los demás sin esperar nada a cambio.
Su mejor plan es compartir con sus seis hermanos, ir a cine o a comer con ellos. Eso le ha ayudado a darse cuenta de que quiere conformar una familia grande. Es más, se ve a los 30, casada y con hijos. “Soy muy conservadora en cuanto al matrimonio y los valores familiares, es impresionante”, afirma la joven, que trabajó por primera vez y como modelo a la edad de 15 años.
Pero al mismo tiempo es una mujer independiente y ‘echada para adalente’, pues demostró que puede vivir lejos de casa cuando se fue de intercambio estudiantil a Alemania.
Allí aprendió una nueva cultura y reglas de casa, “me dieron muy duro, pero me hicieron más fuerte”, afirma. Además, aprendió otro idioma aparte del inglés, otro aspecto que le sumó puntos ante el jurado califi cador de Miss Universo.
Ella se define como alegre, espontánea y muy familiar. Una de las cosas que la destaca es su seguridad. “Si lo reflejas, la gente va creer en ti y yo poseo eso, la espontaneidad, la responsabilidad, ser tú mismo, el compromiso con las cosas que te propongas. Yo me comprometí con mi papel de ser candidata y de tener buena actitud ante todo”.
Su política de vida es ser feliz y aprovechar el presente. Es una arrolladora, que ama lo que hace. “Lo más importante es utilizar la belleza con un propósito, para que se demuestre que también hay inteligencia”, dice.
La fl amante Miss Universo estrenó su reinado al son de la ´pollera colorá´. “No cabe duda de que el sabor caribeño corre por las venas de Paulina Vega Dieppa”, señalaba la nota de El Universal, cuando se la vio en exclusiva en el programa Despierta América, de Univisión.
Vega Dieppa bailó con los conductores del programa y derrochó su espontaneidad, que la caracteriza y que la hace brillar en cada lugar al que llega. Durante la entrevista, la Miss Universo invitó a que conozcan Colombia, como destino turístico y habló de su plato preferido: las pastas.
Los presentadores no pararon de elogiar su belleza y de lo bien que estaba preparada para asumir este nuevo reto. El grupo de las 88 candidatas que se redujo inicialmente a 15 y después a 10 fi nalistas incluyó a las candidatas de Jamaica, Colombia, Ucrania, Argentina, Filipinas, España, Holanda, Venezuela, Australia y Estados Unidos, lo que dejó en tres la representación latinoamericana en el evento.
A esta elección se llegó después de que las semifinalistas desfilaran en vestido de baño, en un traje de dos piezas color fucsia que mostró a todas las aspirantes en uno de los momentos clave de esta elección. Los cuerpos más destacados fueron los de Colombia, España, Ucrania y Filipinas.
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