martes, 28 de julio de 2015

Stefanía Fernández, Miss Universo 2009, visitó por primera vez Santa Cruz

Dulce, sencilla y muy preparada, Stefanía Fernández, Miss Universo 2009, visitó por primera vez Santa Cruz y accedió a contar sus experiencias y lo difícil que es llevar el nombre de un país en alto. También se refirió a la posible alianza con Promociones Gloria para incluir a Bolivia dentro de sus proyectos.

¿Quién es Stefanía Fernández?
E.F.: (Risa) Creo que todavía estoy descifrando quién soy yo. Nací en la ciudad de Mérida, Venezuela, tengo dos padres maravillosos, tres hermanos encantadores, dos sobrinos y uno de ellos cumplió años este 24 de julio, mi sobrinita nació un mes después de haber yo ganado el Miss Universo, es por eso que lleva mi nombre.

¿Qué raíces tienes?
E.F.: Vengo de una ciudad bastante pequeña, de unos abuelos rusos, polacos y españoles, tengo una cultura bastante mezclada y la venezolana, de mi madre.

¿Cómo decides entrar al mundo de los reinados de belleza?
E.F.: Toda esta pasión de convertirme en miss nace desde muy pequeña y forma parte de nuestra cultura el Miss Venezuela. Desde chiquita vine con esa formación y ya como a los 17 años, cuando termino mis estudios de colegio, decido emprender un camino hacia el Miss Venezuela.

¿Cómo fue el camino que te llevó a ser reina?
E.F.: Bastante difícil, porque primero vino un concurso regional, después vino otro y luego fue que me mudé a la capital y así es como llego con muchos sacrificios al Miss Venezuela. Hice como cuatro casting para llegar a obtener la corona y al tenerla se me venía un gran reto, porque Dayana Mendoza, nuestra compatriota, reinaba como Miss Universo. Fue un año de mucha preparación de clase de cultura general, pasarela, etiqueta y protocolo, porque yo solo era una niña recién graduada del colegio y quizás no tenía mucho qué contar, pero tenía una historia muy bonita que era la historia de mi familia, de cómo llegaron después de la Segunda Guerra Mundial y cómo formaron la bonita familia que tenemos hoy. Con eso construimos toda una historia para el jurado, así que llego al Miss Universo contando la historia de mis abuelitos de cómo se conocieron y cómo llegaron a Venezuela sin saber nada y también con una tarjeta de presentación, que fue porque yo no gané el primer concurso de belleza en el que participé, quede de último y eso fue una motivación más y les dije que para mí era muy importante estar en uno de los concursos más importante a nivel internacional después de haber perdido y ellos admiraron mucho el agarre y la fuerza que tuve de seguir intentando y es una parte que gustó.

¿Qué cambió después del Miss Universo?
E.F.: Al ganar el Miss Universo tuve que dejar todo atrás, amigos, familia y casa, ya que me mudé a New York. Fue complicado, pero me sentía muy contenta porque era la primera vez en la historia que un país coronaba al mismo país, entonces el Récord Guinness y esa felicidad para mi país fue lo que me ha ayudado a mantenerme con fuerza y con la alegría de vivir fuera de mi casa y lejos de mi familia; sin duda fue un año de muchísimas alegrías, pero también con días complicados que tienes ganas de decir lo dejo todo, pero hay aquellos que te equilibran esa tristeza que puedas llegar a sentir al estar lejos de tu hogar y sigas adelante por un país.

¿Qué es lo que más extrañas?
E.F.: Es compartir con mi familia, mi vida cambió rotundamente y justo cuando yo entrego la corona decidí tomarme ese año para mi familia y para mi sobrina, ya que me considero muy cariñosa apegada a mi familia y amigos y el estar lejos sí me afecta un poco.

¿Cómo son tus días?
E.F.: Súper complicados, porque tengo que cumplir mis tareas como imagen, modelo y empresaria. También hacer mis propios diseños, pero trato de sacar el tiempo para todo porque disfruto lo que hago.

¿Qué proyectos realizaste?
E.F.: Tuve la oportunidad de hacer labor social en África y además elegí a muchísimas representantes como jurado. Por ejemplo el Miss India, Indonesia, entre otros.

¿Qué proyectos se te vienen?
E.F.: El año pasado lancé mi primera colección de ropa junto a un diseñador venezolano en República Dominicana y Nueva York, este año abrí mi academia de modelos en Panamá, nos va excelente y esos son los proyectos que tengo por el momento, pero a finales de año lanzo una segunda colección, pero en Venezuela que es un poco de ropa casual que la gente me lo pedía muchísimo y todo el mundo se ríe porque dicen que Stefanía no para, es una maquinita que todo el tiempo anda inventando y creo que vienen más cosas, quiero hacer más en diferentes países con mi academia.

¿Qué estudias?
E.F.: Comunicación Social, inicié mis estudios en Venezuela y como me fui de mi país empecé a estudiar en otra universidad a distancia, ya me falta muy poco para graduarme pero por los compromisos he tenido que congelar y volver a retomar. También hago talleres de diseño, ahora los estoy realizando en Santo Domingo.

¿Cuándo te diste cuenta que el diseño es lo tuyo?
E.F.: Me encanta diseñar, esta pasión la descubrí hace un año cuando estaba sentada en la sala de mi casa y decía 'Dios mío qué hago, quiero hacer algo', y siempre fui muy artística desde pequeña, me encantaba hacer maquetas, de hecho una de las carreras que quería estudiar era arquitectura, pero es una de las que requiere muchísimo tiempo y me encantaba las manualidades y empece a diseñar e inventar.

¿Qué ves a la hora de diseñar?
E.F.: Veo una mujer elegante, clásica que esté cómoda pero sin caer en lo vulgar, en eso enfoco mis diseños, así también los cortes, que deben ser muy limpios, muy arquitectónicos en el diseño.

¿Bolivia estará dentro de tus proyectos?
E.F.: Por supuesto, aquí estoy con Gloria, la mejor y más dura de aquí de Bolivia, así que vamos a ver qué hacemos de alianza para futuro, de eso se trata estas relaciones.

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