Temple y desafío. Después de un año de reinado, la exsoberana cochabambina evalúa su trabajo y promete seguir empoderando
a la mujer, a través de un proyecto televisivo sobre autoestima.
A un año de haber ganado la corona del Miss Cochabamba 2016, esta semana, Estefanía Senzano Terán desfiló su última pasarela como soberana y entregó la corona a su sucesora.
“Me propuse tener la corona y lo logré, creo que es cuestión de metas” enfatiza la exsoberana.
Aunque asegura, que todo tiene dos caras en una misma moneda, lo dulce y lo amargo; ya que durante su reinado atravesó por una serie de sucesos que deslucieron su participación en un concurso internacional.
“Aprendí que la belleza física no lo es todo y me llevo solo los gratos recuerdos, de la gente común de la calle que me detenía para sacarse fotos conmigo o el apoyo que recibí en las redes sociales”, afirma Senzano.
Para esta exreina de belleza, ostentar el título y la corona fue motivo de orgullo y satisfacción, puesto que trabajó arduamente en su apariencia física para así poder representar dignamente a su departamento, más aún cuando tenía que participar en el concurso de Miss Bolivia, donde obtuvo el título de Miss Grand Bolivia 2016.
Actualmente, la bella cochabambina está retomando sus estudios en la carrera de Comunicación Social
de la Universidad Mayor de San Simón.
A futuro, tiene proyectado incursionar en televisión con un programa sobre autoestima.
Para esta belleza este no es un adiós, simplemente es hasta pronto.
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