La Miss Santa Cruz, Olivia Pinheiro, ganó la corona de Miss Bolivia Universo y Miss Beni, María Teresa Roca, se hizo con el cetro de Miss Bolivia Mundo. En la gala final del certamen nacional de belleza, tres de los cuatro títulos otorgados correspondieron a reinas cruceñas.
“Es un sueño hecho realidad. ¡Gracias Bolivia entera!”, exclamó en su primera pasarela con la corona. Si aún quedaban dudas, después de su discurso fue innegable que Olivia Pinheiro es enfática. Enfática pero bella, como acredita el título de Miss Bolivia Universo que la psicóloga de 24 años ganó anoche.
A su lado, en el elegante escenario del salón Sirionó de la Fexpo, Miss Beni, María Teresa Roca, fue coronada como Miss Bolivia Mundo. Poco antes, Miss Santa Cruz Bicentenario, Yovana O’brien, recibió el cetro de Miss Tierra y Miss Litoral, Beatriz Olmos, el de Miss Turismo Internacional.
En el año de su Bicentenario, Santa Cruz consolidó su supremacía en belleza, pues tres de las cuatro reinas son cruceñas. La corona mayor del Miss Bolivia Universo volvió a ese departamento después de dos años en los que recayó en la cochabambina Dominique Peltier (2008) y la chuquisaqueña Claudia Arce (2009).
Precisamente Arce, a su regreso del Miss Universo donde compitió el lunes, abrió la gala nacional. Sostenida por ligas y luciendo un colorido traje, en alusión al patujú, la Miss saliente protagonizó un acto de acrobacia que dio paso a un breve homenaje al Bicentenario cruceño. Con ese marco, las candidatas al Miss Bolivia desfilaron con trajes típicos, en muchos casos alegorías estilizadas ajenas a las tradiciones del país.
La elección —que fue conducida por Susana Barrientos, Angélica Mérida, Laura Lafaye y Pablo Llano; y transmitida por Unitel— se puso tropical con la música del grupo cochabambino Los 7.55. Siguió la pasarela en trajes de baño, donde Pinheiro obtuvo el mayor puntaje del jurado.
A su turno, las galas de diseñadores se lucieron con cada una de las representantes. En altos tacones, más de una tuvo dificultades para bajar las gradas de la escenografía. Cantó el grupo Prisma y llegó el momento de la primera eliminación.
El jurado —integrado por la Miss Paraguay Mundo, Eshi Eckers; el Premio Nacional de Cultura Tonchi Antezana y el compositor César Espada, entre otros— eligió a siete finalistas: Miss Santa Cruz Bicentenario, Miss Litoral, Miss Santa Cruz, Señorita Cochabamba, Miss Beni, Señorita Santa Cruz y Miss Potosí. A ellas se sumó Miss Oruro, quien obtuvo el número más alto de mensajes de apoyo del público. Aún faltaba la temida ronda de preguntas.
Empezó Miss Potosí, a quien interrogaron sobre las alternativas que podía proponer para la conservación del medio ambiente.
Gabriela Olmos empezó segura. “Buenas noches Bolivia, buenas noches Potosí. Creo que es necesario crear reservas ...” y calló. Una laguna de segundos evidenció su nerviosismo y apenas pudo hilar una respuesta. Las otras candidatas salieron más airosas: Señorita Santa Cruz expuso los que en su opinión son los pilares del éxito: “disciplina, confianza en sí mismo y educación”. Miss Beni dijo que si fuera gobernadora “priorizaría la educación, la salud y la producción” de su departamento, y Señorita Cochabamba indicó que su causa de lucha sería “salvar el medio ambiente para salvar a la humanidad”.
A Miss Santa Cruz le preguntaron a qué personaje admira y ella sin titubear respondió: “A la Madre Teresa... por su corazón bueno, grande y sano”. Miss Litoral señaló que si le tocaba dar un consejo a un joven, le diría que apueste por su vocación. Miss Santa Cruz Bicentenario opinó que “es necesario mantener el equilibrio en la relación de hombre y mujer”, y Miss Oruro sostuvo que para combatir los índices de violencia “es necesaria la educación e información”.
Las chicas, a estas alturas, habían jugado todas sus cartas y la decisión estaba en manos del jurado. Finalmente se anunció el veredicto: Miss Oruro fue la cuarta finalista; Señorita Santa Cruz, la tercera; Miss Potosí, la segunda; y Señorita Cochabamba quedó como primera finalista. El título de Miss Turismo fue para Miss Litoral y el de Miss Tierra, para Miss Santa Cruz Bicentenario.
La final se definió entre las dos favoritas: Miss Beni y Miss Santa Cruz. María Teresa Roca escuchó la decisión tranquila y no perdió la compostura al saberse segunda. Cuando la cruceña Olivia Pinheiro supo que había sido nombrada la mujer más bella de Bolivia no lloró, en ningún momento perdió la sonrisa ni el porte; pero, eso sí, evidenció que oraba mientras miraba al cielo.
Tarija y La Paz no llegaron
-Las representantes paceñas no lograron quedar entre las finalistas. Sus vestidos de gala fueron los menos llamativos.
-Miss Tarija, otras de las favoritas, tampoco llegó a la última ronda.
Imperdibles de la elección
-Miss Potosí perdió la corona por una respuesta. No pudo hilar ideas cuando le preguntaron sobre medio ambiente.
-Señorita Cochabamba fue la única que hizo público su desacuerdo. “Creo que merecía ganar Miss Beni”, dijo después de la elección.
-El misiólogo Sixto Nolasco acertó en un 50%: Miss Santa Cruz ganó el Miss Bolivia, pero Miss Potosí no obtuvo ninguna corona.
Beatriz Andrade Dösserich
Miss Bolivia, noche de seda y látex
Habrá que estar en los tacos de las misses para saber qué sintieron anoche al pasear frente a miles tratando de agradar a todos y ganar la corona. Pero, yo estoy al otro lado, observando y comentando como lo hace el público. Y al ver durante dos horas y media el certamen de Miss Bolivia 2010, me llamó la atención entre los trajes típicos —estilizados para la ocasión— que algunos dejaron su origen para transformarse en alegorías con banderas, pinturas y plumas, espero que sintéticas.
En cambio, el cuadro en traje de baño me fue más grato, pues el despliegue de las concursantes, bajando y subiendo por el amplio y bien montado escenario, mostró dinamismo. Sin embargo, pareció que las chicas olvidaron ese toquecito sutil cuando quebraban las caderas y batían sus melenas, algunas con notorias extensiones enruladas, haciendo bruscos movimientos. Algo que no ocurrió en la pasarela de gala, ya que fue una presentación sobria, donde se vieron vestidos entallados que revelaban las siluetas de las chicas y trajes vaporosos que envolvían el caminar de las representantes. Y claro, la mayoría de los diseñadores apostó por finas telas y delicados bordados, aunque otros...
Lo importante es que hubo variedad y sobre todo elegancia, como amerita un concurso de belleza. Aunque, si se habla de gala, de un escenario decorado con el exquisito gusto que caracteriza a Quito Velasco, de buena y selecta música, de videos bien producidos, de trajes largos y esmoquin en los presentadores, ¿a quién se le ocurrió poner grupos tropicales en medio del programa? Ese fue el punto de quiebre de un evento que hasta entonces había mantenido el concepto de glamour. No es que sean malos los músicos, pero el látex y los disparates no van con las sedas y los agradecimientos.
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