Parece que el tiempo juega a favor de Yenny Vaca Paz. Tiene 33 años y hace exactamente 15 que fue coronada como miss Santa Cruz, miss Bolivia y reina Sudamericana. Al verla en esta sesión de fotos, con el mismo traje de gala que vistió la noche en que ganó el reinado sudamericano, da la impresión de que el calendario se hubiese detenido en el año 2000, cuando viajó al Miss Universo con esta creación de Tery y Kenny Gutiérrez.
Yenny no ha perdido ni la figura ni la estampa de reina, que con mucho mérito la convirtieron en un ícono de las pasarelas cruceñas y nacionales.
Aquella joven que en 1997 sirvió de inspiración para que el show de Pablo Manzoni se denominara Las Magníficas, y que después fue reina del Carnaval 1998 es también una buena estudiante y una profesional con dos licenciaturas en Economía Internacional y Administración de Empresas y Finanzas en la Universidad de Arkansas, EEUU.
Hace ocho años está casada con Esteban Molina (33), y continúa en la selección boliviana de basquetbol, aunque su prioridad es la crianza de sus dos hijos, y su trabajo como asesora tributaria y financiera en Paz Consulting, la empresa de su madre.
Yenny, se podría decir que el tiempo fue tu mejor aliado...
La verdad es que lo dejo para que las personas juzguen, porque los años pasan inevitablemente. Creo que lo importante es reflejar felicidad, aunque con el tiempo vengan las arruguitas.
¿Cómo te mantenés físicamente?
Todavía integro la Selección Nacional de Básquet, a la que ingresé en mi adolescencia, pero ahora por el cuidado de mis hijos, Abigail (6) y Esteban (2), no puedo asistir a las concentraciones en Cochabamba. Mi abuelita Silvia Zelada y mi madre Jenny Paz fueron basquetbolistas y me enseñaron a amar ese deporte.
¿De qué manera fue más gratificante representar al país, en las canchas o en las pasarelas?
De las dos formas. Cada una requirió de sacrificios, pero en el básquet gané una preciada medalla de oro en los Juegos Bolivarianos de 1997 y eso ha sido un orgullo tremendo, escuchar el Himno Nacional y recibir el trofeo, porque yo era la capitana del equipo.
Pero también fuiste coronada reina Sudamericana?
También (risas) ¡y en mi país!, aunque dicen que uno no es profeta en su tierra. Solo tres bolivianas hemos tenido ese título que ahora cambió su nombre a Reina Hispanoamericana.
Y eso que el Reina Sudamericana fue más difícil de ganar que el Miss Santa Cruz y el Miss Bolivia donde la tuviste fácil...
Eso es lo que todos creen, pero para mí el Miss Santa Cruz fue el concurso más difícil, porque entré con miedo, luego de haber perdido en el reinado de la caña 1998. Para el Miss Bolivia y el Reina Sudamericana me sentía mucho más canchera.
Ya tenías trayectoria cuando entraste al Miss Santa Cruz, ¿por qué creés que ya no participan chicas conocidas?
Yo creo que ahora las chicas bonitas pueden hacer carrera como modelos independientes y eso les conviene. Si el contrato con Promociones Gloria fuera más flexible y de menor duración, atraería a más chicas conocidas en la sociedad. Ahora las participantes recién se hacen famosas gracias al concurso.
En 1997, una foto tuya inspiró a Rosario Arzabe para que bauticen al show de Pablo Manzoni como Las Magníficas, ¿Que sentís de saber que sos un referente de belleza?
Es un honor que se hayan inspirado en mí y que la gente se acuerde, porque hoy en día es el show de modelos bolivianas de talla mundial y son estrictamente escogidas por Pablo.
¿Te gustaría que tu hija sea miss o magnífica?.
Cuando me nació el deseo de ser miss, en mi familia me apoyaron. Mi madre nunca me inculcó ser miss, y yo a mi hija tampoco, pero si le dan ganas de subirse a una pasarela, yo la apoyaré al 100%.
A escala nacional te hiciste más famosa por salir bailando en el video de La bomba de Azul Azul...
Fue muy chistoso (risas) yo paraba de aquí para allá con Verónica Larrieu y aceptamos estar en el video sin conocer la canción, para apoyar a Fabio Zambrana.
En plena filmación nos dijeron: “Ya chicas, bailen” y no sabíamos qué hacer, entonces con Verónica empezamos a improvisar la coreografía, que luego se hizo un baile famoso.
En todas tus presentaciones públicas te vemos impecable y a la moda. ¿Sos una ‘fashionista’ obsesionada?
No vivo obsesionada con la moda, pero sí soy compradora compulsiva. Las tiendas me conquistan con sus vitrinas, si estoy al paso y veo que algo me gusta, me lo llevo. También soy compulsiva comprando cosas para mis hijos, pero no soy de las que rebusca todo en la tienda.
¿Creés que para ser chic, una mujer debe usar ropa cara y de marca?
No, todo depende de la percha y de cómo una sepa combinar las prendas para que luzcan elegantes y parezcan únicas
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